No es saludable, pero tiene una estraña forma de gustarme, no me conviene, nadie está de acuerdo con esto, pero me he acostumbrado y aunque no quiera, ya forma parte de mi, es fácil estar echa una mierda y que cuando te pregunten que es lo que te pasa, decir nada, es sencillo, una palabra, cuatro letras, con un tono de voz firme y una sonrisa en la cara, así de fácil es disimular que tu vida se cae a pedazos sin poder hacer nada...
Y aún que sea extraño, nada ha cambiado, sí, pero nada es igual, no sé en que punto me he acostumbrado a ser así, y es que ya no me siento como un estado de ánimo, ahora lo soy, me he fusionado con él, y ahora somos uno, y puede que me haya acostumbra porque nadie se ha tomado la molestia de sentarse junto a mi, mirarme a los ojos, preguntarme de verdad que me pasa, y al yo mentirle a la cara me diga que mis ojos mienten, sé que estás mal y no tienes porque ocultarlo y que estará ahí por si un día necesito derumbarme, no necesito alguien que me entienda, con que quiera entenderme es más que suficiente.
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